jueves, 6 de septiembre de 2012
HORA DE DEFINICIONES
Estamos a pocos meses del fallo de la corte Internacional de la Haya, habiendo quedado atrás el ¿Qué hará Chile, si el fallo le es adverso? Los comentarios ya no son sobre esa adivinanza. El consenso social de manera expresa o callada ya aposto: “acepta y no cumple”, amén, que deja abierta la posibilidad de buscar un pretexto para pasar a la agresión bélica, pudiendo ser esta antes del fallo.
Más allá, de que Chile se caracteriza por las contradicciones entre lo que dice y lo que hace, sus continuas y cada vez más frecuentes claras señales, son inquietantes: armamentismo extremo que continúa, maniobras con nombre sugestivos, declaraciones amenazadoras, aplicación de operaciones sicológicas e inteligencia desde hace buen tiempo y con empleo de su reciente adquirido satélite y para que no quede duda, acaban de aprobar su “Estrategia de Seguridad y Defensa 2012–2024 (ENSYD)”, presentada el 28 de junio pasado, ad portas del juicio oral, predicando su necesidad de “anticipar una agresión armada”, “tener superioridad en el enfrentamiento”, “decidir un conflicto en corto tiempo”, “el actuar en profundidad lejos de su territorio” y otros aspectos, que define claramente su posición, pero que también muestra que su actitud no ha cambiado y que la filosofía de Portales sigue en pie, generando no solo la preocupación del Perú, sino, de toda la región; al punto de que para algunos, el contenido del citado documento es un desparpajo que debe entenderse como el preludio de una guerra.
Hoy, como antes de 1879 todos captamos las señales y la huella fatal de la guerra sigue hiriente en nuestros cerebros, teniendo sobre ello la clara percepción de que todo se esta repitiendo incluido las posiciones incautas, los intereses personales y hasta las traiciones vergonzosas; existiendo en el ambiente un incierto que nos lleva a preguntarnos ¿Qué estamos haciendo? Toda respuesta queda en tan solo un comentario, “la verdad como política de Estado” no es de conocimiento público, y mientras no se conozca dará pie a mayores y diversos comentarios que pueden resultar peligrosos, sea porque generen una mayor actitud pesimista o enerven la violencia en el pueblo.
Resalto lo de peligroso, porque sobre una cita del 2004 que advierte de que «Chile no comprende que está sosteniendo una carrera de velocidad cuando sus vecinos la sostienen de resistencia, ya que el tiempo juega a favor de éstos por ser más grandes, estratégicos, ricos en recursos y poblados »; hoy la realidad, los hace mirar al Perú y les duele aceptar lo real de esa sentencia; saben y temen la parálisis de su crecimiento, mientras nos ven crecer y tener un gran potencial para seguir haciéndolo por muchos años más y todo ello no va con su filosofía de Estado “En el Pacífico Sur sólo uno”
En esta coyuntura, habiendo declarado el gobierno peruano y el chileno, su voluntad de acatar el fallo de la Corte de la Haya; seria loable que ambos den una declaración conjunta a través de sus gobernantes, ante los organismos internacionales, reafirmando tal posición y su compromiso del debido cumplimiento; sólo así, demostraran que los errores del pasado quedaron atrás; solo así, el pueblo chileno podrá dormir con los dos ojos cerrados y podrá dejar de lado su permanente carrera armamentista; y solo así los peruanos, veremos a un pueblo hermano digno de confianza.
El Perú, vive el mejor momento de su historia, luego sería de lo más tonto, aportar un gramo de arena para que se configure una situación que cambie su rumbo, pero ello, no se logra estando inmóvil, sino que hay que construirlo y lograrlo con hechos. Así, ante esta premisa y el hecho de que Chile, con su “Estrategia de Seguridad y Defensa 2012–2024” a expuesto ante la comunidad internacional como “Política de Políticas de Estado” el estar preparado y decidido a ir a una guerra en defensa de sus objetivos o “sus intereses”; en el tablero estratégico en juego, corresponde al Perú no por obligación sino por el necesario cuidado de nuestra posición internacional, el definir ante el mundo de manera puntual y clara nuestra “política de Estado” respecto a la coyuntura que vivimos frente a Chile.
Tal declaración, no debe caer en romanticismo, falsas expectativas o reacciones emotivas sin sustento; por el contrario, ella debe ser prudente, realista, objetiva y sobre todo aceptable por nuestro pueblo y creíble por la comunidad internacional; con ella, tendremos la visión de lo que queremos y el conocimiento claro de lo estamos haciendo, y solo así, será viable alcanzar la unidad que nunca hemos tenido.
Habrá, quienes opinen que no es necesaria declaración alguna y otros tengan un enfoque diferente; sin embargo, respetando las características demandadas en el párrafo anterior, y acompañando con cuatro (4) medidas complementarias, demando reafirmar oficialmente, lo antes posible y públicamente ante la comunidad internacional:
“Nuestro compromiso, en el sentido de que cualquiera fuese el fallo de la Corte de la Haya y cual sea su devenir posterior respeto a su cumplimiento, el Estado y pueblo Peruano dentro de su concepción política estratégica para la defensa, se mantendrán en el pleno respeto a una solución pacífica de los conflictos, dejando como único camino los canales diplomáticos del derecho internacional”. (No es cobardía, ni el claudicar a la defensa, es optar inteligentemente por lo que más nos conviene)
Medidas complementarias, que deben aplicarse de manera eficiente:
1. Lo anterior, no quita o limita, el derecho de Estado a la defensa, por lo que las autoridades de turno y los directamente responsables son los llamados a mantener nuestras fuerzas armadas en óptimas condiciones, para el debido cumplimiento del mandato constitucional, con el conocimiento permisible al pueblo para su tranquilidad. (No más incautos).
2. Iniciar en Octubre, a través de las aulas y de todos los medios de comunicación de manera obligatoria por “Seguridad del Estado”, una campaña psicológica-educativa debidamente diseñada, orientada a que el pueblo comprenda, que el “Perú gana si continúa desarrollándose en paz”, lo que implica, que debe prepararse para no cometer, ni permitir que otros cometan actos que alteren el orden dando un pretexto que devenga en un conflicto. (Un pueblo educado, sabe a donde va)
3. En razón que esa paz demandada para seguir desarrollándonos, es también, necesaria para prepararnos para la defensa; el gobierno debe normar por ley y por un plazo prudencial, la prohibición de toda alteración del orden público, aplicando las sanciones de ley existentes u otras complementarias que se puedan dar. (Hora de la mano dura por la Seguridad del Estado y el propio orden del país, aunque se perciba como totalitarismo, la democracia y el Perú deben aprender a defenderse).
4. Dado que el acto de la independencia, las guerras externas y la guerra contra el terrorismo han sido oportunidades pérdidas para la unión nacional; hoy debemos hacer de la coyuntura actual el momento oportuno para la unidad nacional en torno a nuestra bandera, declarando su aniversario el 21 de Octubre como día de fiesta nacional. El celebrar sus 200 años el 2020 con bombardas y platillos no tendrá sentido si hoy no hacemos nada. (Un pueblo sin identidad nacional no es capaz de respaldar a su hijo que como soldado defiende la patria).
Crl EP (r) Tomás Julián Delgado Arenas
DNI 42881375
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