lunes, 5 de enero de 2009

Tendencias desintegradoras que propician la corrupción

Tendencias desintegradoras que propician la corrupción
En el mundo de hoy, se perciben creciente fuerzas y tendencias desintegradoras que propician la corrupción en muchos ámbitos y modalidades. He aquí algunas:
(1) En lapsos cada vez más cortos, se producen estímulos cada vez más numerosos para el hombre, lo que reduce significativamente los llamados “tiempos propios” de los procesos en los que está inmerso el hombre, debilitándose su sistema inmunológico “anti – informacional” y su “vivenciabilidad”, imprescindibles para poder responder adecuadamente a los estímulos dentro de un marco de reflexión ética (Reheis 1998, 41-61; Zierer 2003, 53-65).

(2) En la medida que la sociedad desarrolle una diferenciación funcional cada vez mayor, se generan para el hombre indeterminaciones, inseguridades, ambivalencias, desconfianza, y sistemas de creciente complejidad, es decir, situaciones en las que al hombre le es cada vez más difícil discernir lo relevante para su adecuado comportamiento como ente social. (Luhman & de Georgi 1993).

(3) Hoy, la confusión en materia de educación, conduce a estrategias pedagógicas restringidas al desarrollo mayormente del dominio cognoscitivo del educando, en desmedro del desarrollo de su dominio afectivo, donde se forman los valores como sustento de la moral, generándose un creciente desfase en el desarrollo en ambos dominios, desfase que posteriormente canduce a una limitación de la capacidad para discernir y analizar objetivamente los actos de corrupción (Zierer 2004, 9-17).

(4) No se percibe en la sociedad la vigencia de una política educativa eficaz para hacer frente al avance de los antivalores así como para orientar a la Facultades de Educación e Institutos Pedagógicos en el diseño y la implementación de los correspondiente programas de formación magisterial.

(5) Los mecanismos correctivos y la “pedagogía del buen ejemplo” en situaciones éticamente cuestionables, pierden su eficacia debido al crecimiento de la indolencia de los miembros de la sociedad en tales situaciones, destruyéndose progresivamente el capital social y las reservas morales (Zierer 2003, 31-40, Fukuyama 1999, 35-48).

(6) La progresiva pérdida de la conciencia de los valores legados por la historia, causa una merma del sentido de responsabilidad histórica del hombre, y facilita el acceso de personas con vulnerabilidades, a ccargos altos en la administración pública, lo que aumenta el riesgo de que se produzcan actos de corrupción (Rehais 1998, 167-169).

(7) La pérdida del habito del ahorro, acompañada de un creciente afán consumista, de estar mejor (en vez de ser mejor), a consecuencia de campañas y estrategias publicitarias cada vez más agresivas, genera compromisos en muchos miembros de la sociedad mas alla de sus reales posibilidades de afrontarlos dentro de un marco ético, generándose situaciones propicias para la corrupción, particularmente cuando hay de por medio relaciones de dependencia y colisiones de deberes.

(8) La cultura del éxito y de la imagen, así como la “meritocracia”, se van imponiendo sobre la cultura de los valores, creando situaciones éticamente cuestionables.

(9) La disminución de la calidad de la práctica de la hermenéutica jurídica genera situaciones éticamente cuestionables, propicias para la ocurrencia de aptos corruptivos.

(10) La constante violación de la ética del lenguaje en las estrategias y tácticas comunicativas, manifestada en el uso cada vez más frecuente de eufemismos, hiperbolismos léxicos y estilísticos, etc. Con el fin de manipular al hombre, va minando un sustento moral de la sociedad como esel lenguaje (Zierer 2004, 107-115).

(11) El debilitamiento de los sistemas pequeños, tales como la familia, las verdaderas amistades, los círculos de estudio, etc., debido a la imposición de sistemas grandes (televisión, INTERNET, organizaciones globalizantes, globalizadas y glocalizadas, etc.), frecuentemente con fines o efectos laterales éticamente cuestionables, va reduciendo la creación de oportunidades para la formación de valores en la interacción social. (Biser 1994, 214-215).

(12) La masificación en todos los sectores y niveles de la vida moderna genera una crisis de identidad del hombre, que se traduce en una progresiva nivelación de su perfil, en un distanciamiento intersubjetivo, en una angustia vital del hombre, y en la transición hacia una sociedad de la desconfianza.

(13) Ante la progresiva desintegración de estructuras y disolución de formas en las múltiples áreas de la vida moderna, con efectos desorientadores, el hombre tiene una creciente dificultad de sentir una autentica religiosidad, basada en una inquietud mistica y en la percepción de una voz interior orientadora.
Autor Zierer, Ernesto
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
(1) Biser, Eugen: Hat der Glaube eine Zukumft?, Dusseldort: Patmos Verlag, 1994
(1) Fukuyama, Francis: Trust: the Social Virtues and the Creation of Property, New York: Free Press, 1995.
(2) Luhmann, Niklas & R de Georgi: Teoria de la Sociedad, Mexico D.F. : Universidad de Guadalajara 1993
(3) Reheis, Fritz: Die Kreativitat der Langsamkiet neuer Wehlstand durch Entschleunigung Darmstadt: Primusverlag, 1998.
(4) Zierer, Ernesto: La pedagogia del buen ejemplo, Trujillo: UNT, 2003
(5) Zierer, Ernesto: entre valores y antivalores, Trujillo: UNT, 2004.

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